Las tradiciones musicales Portuguesas
El fado tiene momentos de profunda melancolía, en que los sentimientos se expresan en la voz, y en que es difícil no ser invadido por sentimientos de tristeza. Pero también tiene momentos de gran alegría, sobre todo en canciones que enaltecen la ciudad de Lisboa, sus barrios, o amores correspondidos. El fado es como la vida, oscila entre los momentos felices y los tristes. Quizás su origen explique esa tristeza: dicen algunos autores que surgió con la epopeya de los descubrimientos, en los que marineros cantaban, al ritmo oscilante y cadenciado de las olas, la amargura de la ausencia de la patria y de la familia. Otros autores creen el origen anterior, remontando a los cantos de los moros cautivos en la reconquista cristiana; otra corriente afirma haber tenido origen en las canciones de los esclavos, llevados a Brasil en los siglos XVI y XVII, y traído a Portugal en el regreso de la Corona Portuguesa, tras el período de invasiones napoleónicas. Si fuese el origen, se cantaba al fado (palabra con origen en la palabra latina Fatum – destino), la tristeza de la propia vida.
En una ciudad en la que los barrios eran auténticas comunidades, como si Lisboa fuera el aglomerado de varias aldeas, surgieron los hadas que enaltecier esos barrios. Estos son alegres, y muestran el cariño que cada habitante tiene por su barrio. En la primera mitad del s. Se institucionaliza una competencia entre los barrios tradicionales, con la realización de las marchas populares, con cada barrio a presentar un nuevo fado dedicado al Barrio (marchas), al mismo tiempo que desfila por las calles del Centro de la Ciudad. Estas fiestas aún hoy se realizan, siendo la culminación de las fiestas a San Antonio.
En el comienzo
del siglo XX, hasta posiblemente un poco antes, el pueblo comienza a asociarse al ocio dominical, paseos y comidas fuera de las puertas, en que se cantaba fado. De ahí a las casas de pasto, donde los populares cantaban, pasando por restaurantes con restaurantes de una forma poco profesional, hasta las casas de fado, locales en que se comía siempre acompañado con fadistas ya reconocidos, fue una evolución natural. El fado también salió de Lisboa, y se expandió y se popularizó en otras regiones del país, sobre todo en Oporto, Ribatejo y Alentejo. Como una canción ligada al día a día de quien canta, el fado adquiere características especiales en el Ribatejo, con letras muy ligadas a la cultura y vida de la región, como la conexión del hombre al caballo, su fiel amigo en el frente de grandes manadas de toros bravos, aquí existentes, o en la confrontación del hombre con la bestia.
Pero el fado no es la única forma de expresión musical popular: el pueblo portugués, con influencias culturales de diversos pueblos que pasaron por la península, o de modas que pasaban de la Corte al pueblo, desarrolló un folclore muy rico, cantado y bailado. Es todo este conjunto que nos define, y que os proponemos presentar.
Estructura del espectaculo
FADO ACOMPAÑADO POR LA GUITARRA CLÁSICA Y LA GUITARRA PORTUGUESA
Comenzamos la noche con canciones de fado, como se hace comúnmente en casas de fado desde los años 50. El intérprete canta varias canciones de fado, acompañado de música de instrumentos que, a lo largo de los tiempos, se convirtieron en los verdaderos compañeros de quien canta fado: la guitarra portuguesa, una tradición instrumento de cuerda, en el cual 6 pares de cuerdas, que hacen un sonido único, tienen la capacidad de acompañar y desafiar la voz.
CUADRO CON FADO EN UNA TABERNA DEL SIGLO XIX
En esta presentación mostramos un fado recreado en su propio entorno: en una taberna, la posadera se rebela contra su hombre, porque está prestando demasiada atención a otra mujer, cantando un fado que alude a una situación similar, en la que ella toma la delantera. El posadero responde con fado marialva, cuyas letras suben los valores de los hombres sobre las mujeres que deberían permanecer en un rango subordinado a los hombres. Sigue un fado desgarrada, una forma de disputa, fueron dos personas cantando al mismo tiempo, y muestran que tiene las mejores habilidades para subyugar a su oponente. Al final del momento, en armonía, cantarán un fado que representa la esencia del fado.